20.000 gaviotas ¿dónde irán?


Siempre que veo las gaviotas me acuerdo de Duncan Dhu, un grupo que se hizo famoso con varias canciones pegadizas que caló entre los adolescentes de la época. Con la gaviota también podría acordarme de otra cosa, pero creo que es mejor que no ¿para qué?.

El caso es que la otra mañana me amaneció subiendo la cuesta de los Visos, y allí, una interminable línea alada dominaba el horizonte. Al principio no veía muy bien de dónde procedía. Minutos más tarde comprobé que volaban en dirección Almodóvar-Villafranca, o algo así. Al menos eso fue lo que el sentido de mi orientación indicaba.

No se veía muy bien qué pájaros eran aunque me lo imaginaba. Al acercarme atravesé la línea de emplumados y pude confirmar mis sospechas. Gaviotas por un tubo. Continuando de camino a Málaga, otro barullo aviar dominaba los gramineados cerros, próximos al vertedero del Lobatón. La nube era ya imposible de contar.

Y me vino a la cabeza el censo que hicimos en el año noventa en el antiguo vertedero. Apostados en los cerretes cercanos fuimos contando, como pudimos, los bandos que por la tarde se iban a dormir a los embalses de la sierra: Breña y Puente Nuevo. Se estimaron 20.000 sombrías, cifra nada despreciable que Juan Aragonés y Enrique Triano publicaron en Ardeola.

No tengo ni la menor idea de las gaviotas que vi esa mañana de febrero. Tal vez sería bueno pegarse un madrugón, otro más, y con un grupo de gente dejarse los ojos contando puntitos. Lo cierto es que hacía años que no observaba tanto gavioto por aquí.

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