Mi Gran Año 2014


Este año sí va a ser el gran idem… espero. 2013, supersticiones aparte, fue nefasto. Mis buenos propósitos quedaron postrados por la horizontalidad que proporcionan los dolores de huesos.

Me tuve que conformar con algunos despistados gorriones que visitaban mi ventana y algún pájaro que sorprendía en el escuálido cacho de cielo que veía por la misma. Desafortunadamente jamás podré participar en el Big Year bajo la modalidad “observar aves desde mi casa”. Desenfundar los prismáticos y asomarme a la ventana significa garantizar un escándalo público pues, a los ojos del profano, qué puede motivar a una persona normal a tal comportamiento si no es espiar los vecinos. Sí, amigo, mi calle es eso, una calle, con sus coches, sus gentes, su ruido y sus bloques bien juntitos… no se vaya a desperdiciar terreno.

2104 es otra cosa… también espero. De momento, 150 especies auguran un año divertido, y lo viene siendo no ya por el número, que en realidad es lo de menos, sino por trincar especies nuevas para la vida ornitológica de uno.

A seguir aprendiendo. Siempre.