Los vencejos sueñan despiertos

Dice David Alvarez, al hilo del título que ha elegido para este excelente manual, que "si no tuvieran que reproducirse no se posarían jamás, volarían sin descanso hasta el día de su muerte". Edgar Allan al estilo puro. Me encanta.

Ya me hubiera gustado haber contado con él cuando por aquel año.... estudié la asignatura de Etología en cuarto de carrera. Desde entonces se ha avanzado mucho, lógicamente, pero en ese tiempo se echaba en falta una herramienta divulgativa como ésta. Etología, ecología, conservación y crítica, una mezcla de ingredientes perfecta para hacer de esta publicación un texto atractivo, muy útil y de fácil comprensión.

Muy recomendable. Tanto que ya tengo en mi mesita de noche su continuación, la Luz de la Luciérnaga.