Escribano palustre: en peligro de extinción

En España hay dos subespecies reproductoras de escribano palustre: witherbyi (escribano palustre iberoriental), que nidifica en los humedales del área mediterránea, y con un tamaño algo mayor, y lusitanica (escribano palustre iberoccidental), presente en la cornisa cantábrica y atlántica de la península ibérica. La primera ha reducido a la mitad sus efectivos de 2005 a 2015, y en la segunda el declive ha sido aún más acusado.

Para complicar un poco más el asunto, también encontramos en nuestro país una subespecie más, la nominal, schoeniclus, que se reproduce en Europa continental e islas británicas, e inverna en el sur del continente europeo y norte del africano. Estos son los escribanos que vemos todos los años por la geografía cordobesa, siempre en bajo número y muy localizados. En una entrada reciente te recomendaba un enclave a las afueras de Córdoba donde poder verlo con un poco de paciencia y a la caída de la tarde.


Macho de escribano palustre: a la izquierda con plumaje nupcial (mayo), a la derecha postnupcial (septiembre). Imagen tomada de la Enciclopedia Virtual de los Vertebrados Ibéricos
 

Contamos con estimas recientes, publicadas dentro de la serie de monografías de SEO/BirdLife, en la que se cifra en 96-101 parejas de la subespecie iberoccidental, localizadas en solo 11 humedales, 5 de España (todos en Galicia, con 11-12 parejas) y 6 en Portugal. Por su parte, la subespecie iberoriental se localizó únicamente en 10 humedales, con una estima de 144-158 parejas reproductoras; de ellos, el más importante es el Delta del Ebro (65% de la población)

Por tanto, es lógica la catalogación que tiene esta especie en nuestro país: "en peligro crítico", según el Libro Rojo de las Aves de España, y legalmente considerado "en peligro de extinción" (Catálogo Español de Especies Amenazadas). ¿Amenazas? pues un poco lo de siempre pero que nunca se soluciona: transformación del hábitat, falta de gestión activa de los humedales en los que viven, intensificación agrícola, y ahora también el cambio climático, en particular una mayor incidencia de las sequías.

 

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