Big Year 2016: correrías por la Sierra de Gredos
Llegado a este punto, con 278 sumandos, y habitando donde a uno le ha tocado, o elegido, vivir, no se puede hacer otra cosa que herniarse a base de gasoil si se quiere engordar la lista taxonómica. Y Gredos es siempre un buen destino para pasar unas generosas vacaciones de… día y medio. 500 kilómetros centímetro arriba, centímetro abajo.
¿Tú estás majareta? ¡Ese palizón para ver una mierda pájaro! Es la letanía que acompaña los prolegómenos de cada viaje que excede los límites del término municipal. Y a ver tú que le dices al interlocutor manteniendo un cuerdo argumento.
Sorpresa número uno: a la agotadora y oscura llegada, chotacabras europeo degañitándose a dúo con el búho chico. Inéditos para mi excel. Empezamos bien.
Sorpresa número dos: nieve generosa en la subida desde la Plataforma de Gredos hasta la laguna del circo glacial. La primera mitad del camino respetó la salud del caminante y ahí disfrutamos con una de las especies objetivo, el escribano hortelano. A placer.
Sorpresa número tres: se supone que no es muy difícil ver el verderón serrano por las inmediaciones del Parador. Pues no. Visitamos las escasas referencias geográficas que habíamos anotado de varios y generosos blogs, pero nada. Finalmente, en el discurrir de un camino sin destino conocido y con los ánimos reptando, nos topamos con un bello ejemplar, y muy cerca de él otro de los perseguidos, el mirlo acuático.
Día redondo o... más bien ovoide.
La mañana del domingo tenía el claro propósito de localizar al alcotán y alcaudón dorsirrojo. Éste posó donde tenía que hacerlo, en pinchudas plantas que le facilitan la vida. Pero no resultó fácil localizarlo, quede claro. El halconcillo sin embargo hizo gala de una inmerecida timidez, nos quedamos con las ganas. Antoher time will be.
¿Tú estás majareta? ¡Ese palizón para ver una mierda pájaro! Es la letanía que acompaña los prolegómenos de cada viaje que excede los límites del término municipal. Y a ver tú que le dices al interlocutor manteniendo un cuerdo argumento.
Sorpresa número uno: a la agotadora y oscura llegada, chotacabras europeo degañitándose a dúo con el búho chico. Inéditos para mi excel. Empezamos bien.
Sorpresa número dos: nieve generosa en la subida desde la Plataforma de Gredos hasta la laguna del circo glacial. La primera mitad del camino respetó la salud del caminante y ahí disfrutamos con una de las especies objetivo, el escribano hortelano. A placer.
Sorpresa número tres: se supone que no es muy difícil ver el verderón serrano por las inmediaciones del Parador. Pues no. Visitamos las escasas referencias geográficas que habíamos anotado de varios y generosos blogs, pero nada. Finalmente, en el discurrir de un camino sin destino conocido y con los ánimos reptando, nos topamos con un bello ejemplar, y muy cerca de él otro de los perseguidos, el mirlo acuático.
Día redondo o... más bien ovoide.
La mañana del domingo tenía el claro propósito de localizar al alcotán y alcaudón dorsirrojo. Éste posó donde tenía que hacerlo, en pinchudas plantas que le facilitan la vida. Pero no resultó fácil localizarlo, quede claro. El halconcillo sin embargo hizo gala de una inmerecida timidez, nos quedamos con las ganas. Antoher time will be.
Collalba gris, fácil de ver en la sierra y en los parking incluso |
Algunos acentores se muestran desvergonzados |
Escribano hortelano en pugna con mi bocata |
La prueba fehaciente: macho de alcaudón dorsirrojo |
Que qué es, una parejita de dorsirrojos ¿estás ciego? |
Para no pasar rasca |