Big Year 2016 - Vencejo cafre
El sol mengua en un horizonte
recortado por el enorme macizo calizo de Espiel. Los escaladores ya están dando
de mano, y abajo, en el albergue, las gélidas cervezas tienen los minutos
contados. Pero allí no están. Hay que continuar.
Nos esperan en el valle del Guadalbarbo, paisaje punteado de olivos, no pocos en el límite del equilibrio. Alguno caerá, ya verá usted. Terrenos hurtados a la naturaleza que, paciente, ya se lo cobrará.
El sol se ha ido y la hora del búho está al caer. Movimientos a velocidades imposibles engrasan los cuellos de aquellos que han hecho de la mirada una forma de vida. Vencejo real, no, vencejo común, no, golondrina común, no, avión común, no, golondrina dáurica, no, avión roquero, no. Dios, están todos aquí, menos él.
Paciencia, amigo, o dedícate a otra cosa. Estelas cruzadas de unos y otros entrenan a las cervicales. Se agradece sí, pero ellos no están. El griterío de los abejarucos va cerrando el día, los estorninos del roquedo empiezan a silenciar, y las zumayas se impacientan.
Sin decoro, una ráfaga oscura sobrevuela la cabeza del que busca. Algo blanco tiene, sí. A velocidad falcónida, el oscuro bumerán va y viene. Se ha delatado, un blanco obispillo muestra su cafre identidad
Nos esperan en el valle del Guadalbarbo, paisaje punteado de olivos, no pocos en el límite del equilibrio. Alguno caerá, ya verá usted. Terrenos hurtados a la naturaleza que, paciente, ya se lo cobrará.
El sol se ha ido y la hora del búho está al caer. Movimientos a velocidades imposibles engrasan los cuellos de aquellos que han hecho de la mirada una forma de vida. Vencejo real, no, vencejo común, no, golondrina común, no, avión común, no, golondrina dáurica, no, avión roquero, no. Dios, están todos aquí, menos él.
Paciencia, amigo, o dedícate a otra cosa. Estelas cruzadas de unos y otros entrenan a las cervicales. Se agradece sí, pero ellos no están. El griterío de los abejarucos va cerrando el día, los estorninos del roquedo empiezan a silenciar, y las zumayas se impacientan.
Sin decoro, una ráfaga oscura sobrevuela la cabeza del que busca. Algo blanco tiene, sí. A velocidad falcónida, el oscuro bumerán va y viene. Se ha delatado, un blanco obispillo muestra su cafre identidad
Vencejo cafre: especie nº 289