Avetorillo

Hoy he visto el primer avetorillo del año. Es un placer y una suerte salir al balcón con los ojos aún pegados y cuasi legañosos y encontrarte de plano con uno de estos animales. La primera cita, digo, porque es ahora cuando están llegando estas aves procedentes del África tropical. Menuda paliza.

Dibujo tomado de pajaricos.es
Algunos ejemplares se instalan, para criar, en los Sotos de la Albolafia, así llevan haciéndolo al menos desde los años ochenta, cuando empecé a aficionarme a la ornitología. Se acoplan entre los carrizos y allí pueden pasar casi totalmente inadvertidos hasta que de nuevo, allá por el mes de agosto, vuelvan a darse otra paliza migratoria.

Y es que los avetorillos son muy discretos, solo detectables cuando vuelan. Normalmente están encogidos, como si no tuvieran cuello, pero cuando advierten algún peligro despliegan un comportamiento muy curioso: estiran el cuello y el pico de forma totalmente vertical, quedando tan fino que parece formar parte de la vegetación, permaneciendo en absoluta inmovilidad.

Así pues, una casualidad y un lujo poder observarlos.

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