Curiosidades ornitológicas, volumen 2

La biomasa alar de las campiñas de Córdoba la constituye, sin lugar a duda, las omnipresentes y omniabundantes poblaciones de trigueros comunes. Es imposible no ver a uno de estos pájaros y mucho menos oírlos en primavera y verano. Ésta es su única cualidad llamativa aparente, por lo demás, no deja de ser un animal parduzco que se camufla muy bien en el suelo o en un árbol.

Foto: Juan Aragones (lazumaya.blogspot.com)
La curiosidad que le lleva a protagonizar este comentario es su carácter polígamo, igual no tan conocido. Se ha llegado a constatar trigueros machotes con harenes de hasta siete hembras en una misma zona, con las que se reproduce. Éstas se encargan, cómo no, de la incubación y crianza de los tres a seis pollos que pueden sacar, aunque algo ayudan a darles de comer. Así que en menos de un mes el varonil padre ha podido dejar una descendencia de hasta 42 pollos en el mejor de los casos, y casi sin coscarse.
Mientras tanto, él a lo suyo, que es seguir cantando desde algún sitio más o menos alto para marcar sus dominios: ¡¡aquí está el tío!!.

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