33 + 79 para ver pájaros
33+79 suman 112, pero ¿112 qué?
Estaba esta mañana en mi matutino paseo dominical con mi cánida fiera, cuando caí en la necesidad, no imperiosa, de conocer en qué momento desenfundo mis prismáticos desde que salgo de casa y empiezo a ver pájaros.
33 separan mi puerta de la esquina desde la que ya diviso al gran río de Andalucía. Y desde ahí estoy a 79 del muro que lo contiene y domestica. Un lujo, lo sé, sobre todo porque el primer punto de encuentro con el Guadalquivir son los Sotos de la Albolafia, un Monumento Natural.
Desde los años ochenta, cuando empezamos a identificar y registrar especies, hasta hoy, el paisaje ribereño ha ido cambiando, como es propio de ríos intervenidos. Y con ello también han ido variando las aves; muchas de las que se observaban con regularidad en los inviernos de aquellos años ya no se ven, y al contrario, hoy día han aparecido nuevas que jamás pensamos que podían presentarse en el río. El caso tal vez más llamativo es el del pico menor, que ni siquiera se citaba en la provincia de Córdoba.
En efecto, desenfundo a 112 pasos. En mi escuela.
Imagen de los noventa. Dominio de las praderías sobre el arbolado |
Imagen de los 90 desde el puente romano. Al fondo, puente de San Rafael |
Imagen más reciente con el puente de San Rafael al fondo (tomada de internet) |