Una breve escapada al atardecer por la Sierra de Córdoba, con una temperatura impropia de enero y una luz enemiga de los fotógrafos, nos ha deparado sorpresas (esperadas) muy interesantes para el terruño en el que nos encontramos. Varios zorzales reales campaban junto a un grupo de estorninos negros y otro no poco numeroso de zorzales charlos, pastando junto a vacas empeñadas, sin querer, en degradar las charcas en las que algunos anfibios interesantes tratan de sobrevirir.
También conseguimos ver varios ejemplares de pinzón real, mezclados con abundantes comunes, picogordos, jilgueros, verdecillos y algún lúgano también.
Le voila algún testimonio gráfico.
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Busca al zorzal real y lo encontrarás |
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Posó un buen rato, muy lejos, pero posó |
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Los fotógrafos que quieran fotografiar a los pinzones reales aquí, mejor que no vayan. Muy lejanos |
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Al menos se nota lo que es |