¿Y pechiazul?

Si difícil es trincar, prismáticamente hablando, a un escribano palustre, el pechiazul no se queda muy atrás (ruiseñor pechiazul para ser correctos). Si quieres verlo en la ciudad de Córdoba, acude de nuevo al sitio indicado para los susodichos escribanos. Otra pista geográfica más: anda con suma lentitud desde el frustrado edificio de pescódromo en dirección a la "presa" de casillas, y busca entre el carrizo. Con un poquito de suerte, mucha paciencia y habilidad rastreadora, darás con él.

Pechiazul. Foto testimonio, pero de otro sitio algo más lejos, Nur-Sultán.

Y luego está el sitio clásico que no falla, por lo general, de un invierno a otro: el paseo junto al molino de Martos por el Balcón del Guadalquivir. En particular la desembocadura de un colector/arroyo, debajo del bar "Mirador del Río".

Disfruta de un magnífico ejemplar desgañitándose en el siguiente video.


 


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