Los burros como herramienta de gestión del hábitat estepario

Se está publicando una noticia, en algunos medios con cierto carácter sensacionalista, sobre la utilización de los burros como herramienta de gestión para aves esteparias. Y en un blog como éste hay que explicarlo un poco.
¿De dónde viene la noticia?
Varios medios generalistas se han hecho eco de la llegada de cinco burros con collares GPS a la reserva de Mas de Melons para evaluar su eficacia en la gestión del hábitat estepario. La iniciativa forma parte del proyecto LIFE Connect Ricotí, con colaboración de la Fundación Miranda (propietaria de los animales) y el Centre de Ciència i Tecnologia Forestal de Catalunya, que realiza el seguimiento científico de los efectos del pastoreo sobre la vegetación.
Frente a titulares llamativos, la realidad es un ensayo acotado: cinco ejemplares, un recinto de unas 45 ha y un periodo de prueba hasta verano, con monitorización intensiva mediante GPS y evaluación detallada de cambios en estructura de la vegetación y uso del espacio. El objetivo explícito es comprobar si este tipo de pastoreo ayuda a controlar el matorral (por ejemplo carrascal) y a mantener un mosaico adecuado para las aves esteparias de la zona.

¿Qué dice la ciencia sobre burros y biodiversidad?
Aunque el proyecto de Mas de Melons es reciente, existen estudios experimentales previos que analizan el efecto del pastoreo de burros sobre la vegetación. En pastos de los Pirineos, por ejemplo, un trabajo publicado en 2023 mostró que el pastoreo de burros a baja‑moderada intensidad reduce la biomasa y el volumen de la vegetación, a la vez que incrementa la diversidad de especies vegetales frente a pastos abandonados.
Estos resultados enlazan con la evidencia acumulada sobre la importancia del pastoreo extensivo (especialmente ovino) para mantener hábitats abiertos y heterogéneos, condición clave para la abundancia y diversidad de aves esteparias. Estudios a escala estatal han relacionado el declive de las cabañas de ovino con tendencias negativas en las poblaciones de aves de medios agrícolas y de matorral‑estepa, subrayando el papel de la ganadería extensiva como herramienta de conservación.

¿Por qué pueden ser interesantes los burros?
Los burros se diferencian de otros herbívoros domésticos por su dieta más amplia y su capacidad para consumir tanto herbáceas como vegetación leñosa, incluyendo matorrales que las ovejas suelen evitar. Esto los convierte en candidatos interesantes para frenar la expansión de matorrales altos que, cuando colonizan antiguas estepas cerealistas o pastizales, reducen la superficie útil para especies esteparias especialistas.

Además, su huella sobre el suelo suele ser relativamente baja, lo que puede limitar la compactación en ambientes áridos si la carga ganadera se mantiene dentro de la capacidad de carga del sistema. A ello se suma que la combinación de GPS y sensores permite estudiar con gran detalle sus patrones de uso del hábitat, algo muy útil para afinar diseños de manejo espacial (rotaciones, exclusiones temporales, refugios).

Pastoreo, sí; panacea, no
Es importante recordar que el uso de burros no sustituye a la planificación integral del paisaje agrario ni a otras medidas clave para las aves esteparias, como la gestión de barbechos, la reducción de inputs agrarios o la limitación de infraestructuras y disturbios. En el mejor de los casos, los burros pueden integrarse en un “menú” de herramientas de gestión: ovino extensivo, bovino rústico, acciones mecánicas selectivas y acuerdos con agricultores para mantener mosaicos de cultivo y hábitat natural.
Para la comunidad científica y conservacionista, el reto será traducir los resultados del piloto de Mas de Melons en recomendaciones prácticas: cargas ganaderas, periodos de uso, combinación con otros herbívoros y criterios para decidir dónde y cuándo el burro es realmente una opción eficiente y socialmente aceptable. Hasta entonces, conviene leer las noticias con entusiasmo moderado: más que una revolución, se trata de recuperar de forma inteligente un actor tradicional del paisaje agrario mediterráneo y ponerlo al servicio de las aves esteparias del siglo XXI.

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