A las alondras les gustan las mierdas

Sí, lo sé, no es un título precisamente elegante, pero es cierto, ya verás. Hablo de la alondra ricotí, una de las muchas aves esteparias que se encuentran seriamente amenazadas. Y por ello, en varias de sus poblaciones locales se están llevando a cabo iniciativas de conocimiento y conservación. Entre ellas, destaco aquí una: la siembra de excrementos

Es una medida prevista en la "Estrategia de conservación de aves amenazadas ligadas a medios agro-esteparios en España", donde se indica que con ella se contribuye a paliar los efectos del abandono de ovino e incrementar la densidad de insectos coprófagos. Apunta este documento que "se ha demostrado eficiente para la recolonización de territorios por parte de la alondra ricotí". Téngase en cuenta que este pájaro basa su alimentación en artrópodos, y entre ellos destacan los de hábitos coprófagos, es decir, que los que comen excrementos.

La medida ha sido llevada ya a la práctica en el proyecto LIFE Ricotí, con resultado positivo: "la siembra de excrementos mostró la respuesta más rápida y evidente, aunque no es un efecto mantenido en el tiempo". Parece que esta acción se va generalizando, y de hecho se incluye como medida compensatoria de proyectos de plantas fotovoltaicas que afectan al hábitat de la alondra.

 

Imagen tomada de la web del Centro de Ciencia y Tecnología Forestal de Cataluña






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