¿Qué es una estepa?
En varios artículos de este blog hemos derivado a la necesidad de abordar el concepto de estepa. En ellos hay numerosas referencias, pero no hemos dedicado aún a "complicarnos la vida" tratando de aclarar (o no) el concepto. Vamos a ello.
El término estepa se utiliza para describir situaciones diversas, que pueden parecer similares pero ocurren en contextos geográficos distintos, a veces enfocándose en el paisaje y otras en aspectos climáticos, botánicos o faunísticos. Su uso está muy extendido en el ámbito científico y técnico, a veces casi de forma intuitiva, por lo que, hay que reconocerlo, puede generar confusión.
A gran escala, la estepa se ha utilizado para denominar espacios abiertos entendidos como uno de los grandes biomas, en zonas de transición entre el bosque y el desierto, aplicable tanto a superficies con predominio de herbáceas (caso de la estepa rusa o la pradera norteamericana), como a comunidades de vegetación leñosa predominante, caso de algunos ecosistemas mediterráneos o del sur de África.
No existe una definición única de estepa, y un recorrido por las distintas definiciones muestra múltiples significados y matices atribuidos a esta palabra ante situaciones de apariencia semejante, pero con marcadas variaciones en cuanto a composición y fisonomía vegetal, clima y tipo de suelo.
Vulgarmente la estepa significa desierto en el sentido de “tierra sin arbolado ni cultivo” y proviene del ruso. El botánico ruso Tanfiliev definió en 1910 las estepas del sur de su país como “superficie no anegada, más o menos llana, desnuda de bosque en su estado natural ... con un tapiz vegetal más o menos continuo”. Aunque su etimología (stepj) tiene un sentido geográfico, algunos autores lo han utilizado como término geobotánico para definir distintos tipos de vegetación, como estepas de gramíneas subxerofíticas o xerofíticas, estepas de gramíneas xerofíticas de estación cálida seca, estepa leñosa, estepa salina, estepa suculenta, estepa alpina y estepa desértica. ¿Vaya lío no? Sigamos.
Podemos hablar, por tanto, de extensas llanuras cubiertas de hierba, formaciones naturales y estables que resultan de la adaptación a condiciones ambientales extremas que impiden el desarrollo hacia otros niveles de complejidad vegetal, como los bosques. Se caracterizan por el dominio de gramíneas y especies de plantas tipo arbustivas casi leñosas muy ramosas, así como otras plantas que viven en ambientes con gran cantidad de sales y formaciones subdesérticas en las zonas más áridas.
Entonces ¿hay estepas en España?
En 1915, Reyes Prósper describió las estepas de España como extensiones de territorio con suelos dominantemente de arcilla o cal, poco mantillo o humus, temperaturas extremas entre estaciones y entre el día y la noche, y lluvias escasas y mal repartidas, resultando en gran sequedad la mayor parte del año. La vegetación se compone de hierbas, matas y a veces arbustos.
A pesar de las discusiones botánicas, se sigue hablando de estepa para referirse a formaciones de plantas adaptadas a la sequía, de carácter abierto, herbáceas o fruticosas. De manera que, para entendernos, se consideran estepas los espacios abiertos y de relativa gran extensión, sin fuertes pendientes, llanos o suavemente ondulados y sin árboles, que albergan una avifauna característica y donde tiene cabida los cultivos herbáceos de secano.
Por lo tanto, queda claro que no se pueden equiparar con las eurasiáticas, y por el hecho de incluir en su definición a estas superficies de uso agrario, muchos autores prefieren utilizar el término seudoestepa.
En España cuando hablamos de aves esteparias, normalmente nos referimos a dos tipos de estepas, las cerealistas , ocupadas por cultivos de cereal en vastas extensiones, alternándose con leguminosas y barbechos, y ocasionalmente pastizales; y las leñosas, dominadas por arbustos de pequeño porte (como el esparto), entre los que se suceden frecuentes calveros de suelo desnudo.
Imagen propia. Barbecho en campiña andaluza
ENGLISH VERSION:
In several articles on this blog, we have alluded to the need to address the concept of steppe. These posts contain numerous references, but we have yet to "make life difficult" for ourselves by trying to clarify (or not) the concept. Let’s get to it.
The term steppe is used to describe a variety of situations that may seem similar but occur in different geographical contexts, sometimes focusing on the landscape and other times on climatic, botanical, or faunal aspects. Its use is widespread in scientific and technical fields—sometimes almost intuitively—so, admittedly, it can cause confusion.
At a large scale, steppe has been used to refer to open spaces understood as one of the great biomes, in transition zones between forest and desert. It applies both to areas dominated by herbaceous plants (such as the Russian steppe or the North American prairie) and to communities where woody vegetation predominates, such as some Mediterranean or southern African ecosystems.
There is no single definition of steppe, and a look at various interpretations reveals multiple meanings and nuances attributed to the word in seemingly similar situations, yet with significant variations in vegetation composition and physiognomy, climate, and soil type.
In common usage, steppe means “desert” in the sense of “land without trees or cultivation,” and it comes from Russian. Russian botanist Tanfiliev defined the southern steppes of his country in 1910 as “non-flooded land, more or less flat, naturally devoid of forest... with a more or less continuous plant cover.” Although its etymology (stepj) has a geographical sense, some authors have used it as a geobotanical term to define various types of vegetation, such as sub-xerophytic or xerophytic grass steppes, warm-season xerophytic grass steppes, woody steppe, saline steppe, succulent steppe, alpine steppe, and desert steppe. Quite a mess, right? Let’s continue.
We can thus speak of vast grass-covered plains—natural and stable formations that result from adaptation to extreme environmental conditions that prevent development into more complex vegetation layers, such as forests. They are characterized by the dominance of grasses and almost woody, highly branched shrub-like plants, as well as other species adapted to salty environments and sub-desert formations in the most arid areas.
So, are there steppes in Spain?
In 1915, Reyes Prósper described the steppes of Spain as expanses of land with predominantly clay or limestone soils, little humus, extreme temperature differences between seasons and between day and night, and scarce, irregular rainfall, resulting in very dry conditions for most of the year. The vegetation consists of grasses, low shrubs, and sometimes bushes.
Despite ongoing botanical debates, the term steppe is still used to refer to open plant formations adapted to drought, whether herbaceous or shrubby in nature. So, to be clear, steppe in this context refers to open areas of relatively large size, without steep slopes—flat or gently undulating and treeless—which host characteristic birdlife and can support dryland herbaceous crops.
Therefore, it’s clear that these cannot be equated with Eurasian steppes, and because the definition includes agricultural lands, many authors prefer to use the term pseudo-steppe.
In Spain, when we talk about steppe birds, we usually refer to two types of steppe:
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Cereal steppes, occupied by cereal crops across vast areas, alternating with legumes and fallow fields, and occasionally pastures.
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Woody steppes, dominated by low shrubs (such as esparto grass), interspersed with frequent patches of bare soil.
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