Sisones residentes y sisones viajeros

El sisón común, una de las aves más emblemáticas de las estepas ibéricas, atraviesa una situación crítica, con un desplome de sus poblaciones ibéricas muy preocupantes. Un equipo liderado por Filipa Coutinho Soares y João Gameiro analizó los movimientos de 66 sisones equipados con emisores GPS entre 2001 y 2023 en el suroeste ibérico —Alentejo, Extremadura y Andalucía—, y vieron que no todos los sisones se comportan igual: algunos permanecen todo el año en el mismo lugar, mientras otros migran a distintas distancias en busca de mejores condiciones.

Los investigadores identificaron cuatro patrones de movimientos:

1. Residentes (63,8%), que apenas se alejan del área de cría.
2. Migrantes estivales de corta distancia (22,9%), que recorren unos 40 km en verano y regresan en otoño.
3. Migrantes estivales-invernales de media distancia (6,7%), ausentes de mayo a enero y con desplazamientos medios de 90 km.
4. Migrantes estivales de larga distancia (5,7%), capaces de viajar más de 130 km, llegando en algunos casos a 450 km.

Este mosaico de comportamientos muestra una alta diversidad entre individuos, pero también una fuerte fidelidad individual: el 76 % de los sisones seguidos durante varios años repitieron exactamente la misma estrategia. Solo una cuarta parte cambió su patrón de movimiento, lo que indica una flexibilidad limitada, aunque existente. 

La migración parcial —cuando en una población coexisten migrantes y residentes— puede ser ventajosa, ya que diversifica las respuestas ante los cambios ambientales. Sin embargo, la predominancia de individuos sedentarios en el suroeste peninsular podría convertirse en un problema. Si las áreas donde permanecen todo el año se degradan por el uso intensivo del suelo o por las sequías, los sisones menos flexibles podrían no sobrevivir.

Los autores advierten que esta baja capacidad de adaptación puede volverse peligrosa en un contexto de temperaturas crecientes y pérdida de hábitat. Aun así, el hecho de que un cuarto de los individuos haya modificado su comportamiento sugiere cierto margen de ajuste ante los cambios.

Implicaciones para la conservación

El estudio, publicado en Movement Ecology (2025), ofrece además un método innovador y sencillo para clasificar patrones migratorios a partir de datos de seguimiento. Esta herramienta podría aplicarse a otras aves esteparias y ayudar a orientar medidas de conservación.

En el caso del sisón, los resultados subrayan la necesidad de proteger tanto las zonas de cría como los corredores y áreas de refugio estacionales, garantizando un paisaje agrícola diverso y extensivo que permita a la especie seguir “eligiendo” entre quedarse o partir.

 

Imagen: Francesco Veronesi. Creative Commons Attribution-Share Alike 2.0 Generic

REFERENCIA:

Coutinho Soares, F., Gameiro, J., Marques, A. T., Bota, G., García de la Morena, E. L., Morales, M. B., Pacheco, C., González del Portillo, D., Valerio, F., Moreira, F., Palmeirim, J. M., & Silva, J. P. (2025). Individual variation in migration patterns of Iberian little bustards. Movement Ecology, 13, 51. https://doi.org/10.1186/s40462-025-00574-1

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