Acciones para conservar a la canastera común

La canastera común (Glareola pratincola) es un ave limícola considerada también como esteparia. Tiene apariencia de mitad golondrina mitad chorlito. Nidifica en medios agrarios, y es ahí donde aparecen sus principales problemas, y entre ellos la destrucción directa de nidos por la maquinaria agrícola.

En el Parque Nacional de Hortobágy (Hungría), han llevado a cabo un ambicioso proyecto de conservación. Primeramente hicieron una protección directa de los nidos: los rodearon con postes de madera para evitar que se acercaran los tractores.

El segundo paso fue crear nuevas zonas de nidificación, colaborando con los agricultores y propietarios. Las canasteras tienden a elegir en esa zona tierras de cultivo cercanas a arrozales ya que éstos les proporcionan abundantes presas de las que alimentarse. Para crear hábitats potenciales de nidificación les pidieron a los agricultores que utilizaran sólo una parte de la tierra para la producción de arroz, dejando el resto en barbecho.

En tercer lugar, controlaron las poblaciones de depredadores de la zona colaborando con las asociaciones locales de caza. Entre los depredadores locales figuran los cuervos, zorros, tejones y chacales. Usaron métodos de caza selectiva, como el trampeo.

En el último paso, hicieron un seguimiento del éxito de las medidas de conservación combinadas, observando y recopilando continuamente datos sobre el comportamiento reproductor, el éxito de la nidificación y la demografía.

A lo largo de 10 años, estas acciones específicas han conseguido aumentar la supervivencia de los nidos de menos del 11% a más del 84%, y el número de parejas reproductoras ha pasado de sólo 13 a 56. Anillando cuidadosamente a un pequeño número de aves, han podido seguir sus movimientos y verificar que los mismos individuos vuelven a reproducirse en la zona año tras año.

Retos pendientes: (1) no saben dónde pasan el invierno las canasteras ni qué ruta utilizan para migrar; (2) desconocen cómo eligen sus nidos -para mejorar la adaptación de los paisajes cultivables en favor de las aves es preciso conocer las características específicas de la vegetación y las características geográficas, como la distancia al agua y el grado de perturbació0-; (3) necesitan hacer un seguimiento a largo plazo de cada ave para poder evaluar con precisión factores como la supervivencia y el éxito reproductor.

Imagen: Ákos Monoki

BIBLIOGRAFIA:

Kiss Á, Végvári Z, Kubelka V, et al. 2023. Breeding in an agricultural landscape: conservation actions increase nest survival in a ground-nesting bird. Oryx. doi:10.1017/S0030605323000911


ENGLISH VERSION:

The common canastera (Glareola pratincola) is a wader and considered a steppe bird at the same time, with the appearance of half swallow and half plover. It nests in agricultural environments, and this is where its main problems arise, including the direct destruction of nests by agricultural machinery.

In Hortobágy National Park (Hungary), they have carried out an ambitious conservation project. First, they directly protected the nests: they surrounded them with wooden poles to prevent tractors from approaching.

The second step was to create new nesting areas, working with farmers and landowners. The canasteras tend to choose farmland near rice paddies in this area, as these provide abundant prey on which to feed. To create potential nesting habitats, they asked farmers to use only part of the land for rice production, leaving the rest fallow.

Thirdly, they monitored predator populations in the area by collaborating with local hunting associations. Local predators included crows, foxes, badgers and jackals. They used selective hunting methods, such as trapping.

In the last step, they monitored the success of the combined conservation measures by continuously observing and collecting data on breeding behaviour, nesting success and demography.

Over 10 years, these targeted actions have succeeded in increasing nest survival from less than 11% to more than 84%, and the number of breeding pairs has increased from only 13 to 56. By carefully ringing a small number of birds, they have been able to track their movements and verify that the same individuals return to breed in the area year after year.

Remaining challenges: (1) they do not know where the canasteras spend the winter or which route they use to migrate; (2) they do not know how they choose their nests - to improve the adaptation of arable landscapes in favour of the birds, the specific characteristics of the vegetation and geographical features, such as distance to water and degree of disturbance, need to be known; (3) they need long-term monitoring of individual birds to be able to accurately assess factors such as survival and breeding success.

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