No todos los barbechos son (ni deben ser) iguales

La medida estrella para la gestión del hábitat de las aves esteparias es el barbecho, pero... ¿son todos iguales? ¿les favorece igual a todas las especies? ¿deben tener unas características adaptadas a nuestras especies objetivo? Sí, resultan preguntas retóricas, por eso vamos a tratar de ir aclarando todas estas cuestiones, y ahora toca definir unas tipologías de barbecho requeridas por unas cuantas especies de las que hay bibliografía científica publicada.

Ganga ibérica: prefiere barbechos con baja cobertura (no más del 30%) y altura de la vegetación, con buena presencia de piedras medianas o grandes. El labrado superficial y tardío puede ser una buena opción, evitando la creación de surcos o caballones profundos.

Ganga ortega: similar a la ganga ibérica, pero prefiere barbechos aún menos vegetados (menos del 20% de cobertura). No es tan sensible a la presencia de surcos o caballones.

Calandria común: prefiere barbechos con alta cobertura de vegetación y baja proporción de lindes. La altura de la vegetación no parece ser tan determinante como la cobertura.

Terrera común: necesita una importante proporción de suelo desnudo (50-75%) y una altura de vegetación inferior a 35 cm. El pastoreo o el labrado poco intensivo pueden ser opciones adecuadas.

Alcaraván común: similar a la terrera común, requiere un mínimo del 50% de suelo desnudo y una altura vegetal por debajo de los 35 cm. Se recomienda un labrado tardío para lograr estas condiciones.

Avutarda común: prefiere barbechos densos para la nidificación y evita los barbechos blancos. Es posible que lo óptimo sea alcanzar una cobertura de más del 50% y una altura de 40-60 cm. El pastoreo extensivo o la siembra con leguminosas pueden ser buenas opciones.

Sisón común: existen diferencias en los requerimientos de un barbecho para hembras y machos. Ambos sexos seleccionan barbechos con coberturas intermedias, pero difieren en la altura de la vegetación:

Machos: prefieren barbechos con alturas de vegetación de entre 20-30 cm. Esto les proporciona suficiente visibilidad para realizar su cortejo y atraer a las hembras.

Hembras: necesitan alturas de vegetación más altas, entre 30-50 cm. Buscan una mayor cobertura para esconder el nido y proteger a sus polluelos.

Esta diferencia en los requerimientos de altura de la vegetación se debe a los roles reproductivos específicos de cada sexo. Los machos necesitan ser visibles para las hembras, mientras que las hembras priorizan la seguridad del nido y la protección de las crías. De esta manera, para gestionar un barbecho y satisfacer las necesidades de ambos sexos, se recomienda:

- Diversificar la estructura del barbecho: crear zonas con diferentes alturas de vegetación dentro del mismo barbecho.

- Ajustar el momento del tratamiento: un tratamiento en febrero permitirá un mayor desarrollo de la vegetación, creando zonas más altas que favorecen a las hembras. Y un tratamiento a finales de marzo resultará en una altura de vegetación más baja, ideal para los machos.


ZEPA Campiñas de Sevilla

NOTA: La información aquí aportada procede de diferentes fuentes bibliográficas publicadas en revistas científicas.


ENGLISH VERSION:

The main measure for managing steppe bird habitats is fallowing, but… are all fallows the same? Do they benefit all species equally? Should they have specific characteristics adapted to our target species? Yes, these are rhetorical questions, so let’s try to clarify all these issues. Now, let’s define fallow types required by certain species for which scientific literature is available.

Pin-tailed Sandgrouse: Prefers fallows with low vegetation cover (no more than 30%) and low vegetation height, with a good presence of medium or large stones. Shallow and late tillage can be a good option, avoiding deep furrows or ridges.

Black-bellied Sandgrouse: Similar to the Pin-tailed Sandgrouse but prefers even sparser vegetation (less than 20% cover). It is less sensitive to the presence of furrows or ridges.

Greater Short-toed Lark: Prefers fallows with high vegetation cover and a low proportion of edges. Vegetation height does not appear to be as crucial as coverage.

Lesser Short-toed Lark: Requires a significant proportion of bare soil (50-75%) and vegetation height below 35 cm. Grazing or light tillage may be suitable options.

Stone-curlew: Similar to the Lesser Short-toed Lark, requiring at least 50% bare soil and vegetation height under 35 cm. Late tillage is recommended to achieve these conditions.

Great Bustard: Prefers dense fallows for nesting and avoids bare fallows. Optimal conditions may include over 50% cover and vegetation height between 40-60 cm. Extensive grazing or sowing with legumes can be good options.

Little Bustard: There are differences in fallow requirements for males and females. Both sexes select fallows with intermediate cover but differ in preferred vegetation height:

  • Males: Prefer fallows with vegetation heights between 20-30 cm, providing enough visibility to perform courtship displays and attract females.
  • Females: Require taller vegetation, between 30-50 cm, seeking more cover to hide nests and protect chicks.

This difference in vegetation height requirements is due to the specific reproductive roles of each sex. Males need to be visible to females, while females prioritize nest safety and chick protection. To manage a fallow to meet the needs of both sexes, it is recommended to:

  • Diversify fallow structure: Create areas with different vegetation heights within the same fallow.
  • Adjust treatment timing: Treating in February will allow for greater vegetation growth, creating taller areas that benefit females. Treating in late March will result in lower vegetation height, ideal for males.


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