Almendros, pistachos, olivos…

... y no pocos son los que se están sembrando en la Campiña de Córdoba, mermando cada vez más los ya de por sí escasos cultivos cerealistas. La Campiña Alta, esto es, la que está más al sur, está ya conquistada por el olivar, formando un continuo con la provincia de Jaén. Lo preocupante ahora es que la Campiña Baja, tradicionalmente cerealista, está en proceso de anexión. Y junto a los olivos también están apareciendo almendros, un cultivo que nunca ha existido por estos lares.

Hace unos días hice la acostumbrada visita a un pequeño enclave del extrarradio de la ciudad de Córdoba en el que, sorprendentemente, invernan los chorlitos dorados. Los conozco desde los años ochenta cuando, como ahora, pasaba en bici con cierta frecuencia. Para mi sorpresa, el lugar en cuestión, muy cerca del aeropuerto de la ciudad para más pistas, ha sido sembrado de olivar. Se acabó la tradición. Total a quién le importa unos cuantos chorlitos.

 


 

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